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Yellow highlighter circling the words "Middle School"Una vez que haya decidido que su hijo está lo suficientemente maduro para manejar las responsabilidades de tener un celular, es momento de establecer algunas reglas. A continuación indicamos algunas guías para tener en cuenta al crear las reglas relacionadas con el uso de celulares.

  1. Enfoque en la crianza, no en la supervisión. Recuerde que este es el primer teléfono celular de su hijo y, probablemente, la primera exposición de su hijo a las redes sociales. El propósito de establecer límites y expectativas sobre este nuevo dispositivo no es un castigo sino una preparación. Las reglas y prácticas que usted establece ahora pueden equipar a su hijo con guías para toda la vida en relación con el uso responsable de la tecnología, un mayor entendimiento de los usos y abusos de las redes sociales, y un conjunto de hábitos saludables respecto del tiempo de pantalla. Su hijo cometerá errores. Sea firme y coherente en sus expectativas, pero también proporciónele el apoyo que necesita para recuperarse de esos errores.
  2. Establecer reglas financieras. ¿Qué sucede si su hijo pierde o rompe el dispositivo? ¿O si se excede en los minutos o datos cubiertos, o incurre en gastos adicionales en videojuegos o compras en línea? Establezca con anticipación quién pagará por el daño y cuáles serán las consecuencias. Recuerde, usted es el adulto a cargo, lo cual significa que tiene derecho a retirarle el celular o esperar a reemplazarlo, por el tiempo que usted considere necesario.
  3. Establecer reglas relativas al tiempo. Cuando su hijo comienza a salir en forma independiente, la mayoría de las familias establecen un toque de queda. Utilice la misma idea al crear las reglas para el uso del celular. ¿Se les permite a los jóvenes llevar los celulares a la escuela? ¿Se les devuelven los celulares después de la escuela o después de la tarea? ¿Están permitidos los celulares en la mesa durante la cena? ¿A qué hora tienen que dejar de usar los celulares por la noche ? Cuando se programe estos horarios, en primer lugar piense por qué cree que su hijo debería tener un celular. Si quiere que ellos puedan comunicarse con usted, quizás quiera permitirles llevarlo a la escuela. Si lo utilizan principalmente para contactar a sus amigos y familiares, quizás quiera aumentar el tiempo de uso los fines de semana y reducirlo los días de semana. Recuerde que su hijo cambiará y según sus necesidades y el nivel de madurez, las asignaciones de tiempo que usted hace también pueden cambiar.
  4. Establecer reglas de privacidad. ¿Tiene permitido su hijo utilizar las redes sociales? ¿Qué tiene permitido publicar? ¿Quiere tener usted acceso a sus contraseñas? ¿Quiere verificar los teléfonos al final del día? De nuevo, considere estas reglas en el marco de la preparación de un niño para eventualmente usar el dispositivo de manera cada vez más independiente. Las restricciones que usted imponga pueden endurecerse o relajarse a medida que surjan los eventos y a medida que su hijo madure. Además, asegúrese de hablar con su hijo sobre la permanencia de internet, los riesgos de hablar con extraños y los tipos de cosas que debería publicar o no. Quizás quiera echar una mirada a los comentarios en redes sociales y conversar sobre qué les gusta o les disgusta sobre ellos. Utilice esta conversación para hablar sobre cómo quiere su hijo que luzcan sus comentarios, y cómo quiere que esos comentarios hagan sentir a los demás.
  5. Establecer cómo manejar los errores. El cerebro de los estudiantes secundarios está rebosante, pero sus sentidos de lógica y buen juicio todavía se están desarrollando. Asuma que cometerán errores. Algunos de estos errores pueden ser costosos. Algunos podrían ser aterradores. Establezca con anticipación junto con su hijo qué hará usted si ocurren estos errores. Además, mantenga una conversación con el otro padre o madre, o alguien en la vida de su hijo sobre las estrategias para los casos más graves. Si su hijo publica algo perjudicial, por ejemplo, piense en quién confiaría para ayudarle a manejar las consecuencias. No importa cuán grandes sean estos errores, haga lo mejor que pueda para demostrar a su hijo que lo ama y apóyelo incondicionalmente, y asegúrele que los dos podrán superar el problema juntos.