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La escuela secundaria es un período de una exposición asombrosa. Los jóvenes entre 10 y 14 años atraviesan cambios sísmicos en sus relaciones y su valoración personal bajo la mirada atenta de sus compañeros igualmente vulnerables. Por primera vez en su vida, los jóvenes en edad de la secundaria sienten que su confianza y autoestima se les escapa. 

Es natural que su preadolescente atraviese períodos de baja autoestima. Como resultado, pueden tener el instinto de alejarlo. Sin embargo, hay algunas cosas que usted puede hacer para ayudar a los niños en edad de la escuela secundaria a reconstruir su concepto de sí mismo y a fomentar un clima de autoaceptación en su hogar y en los otros lugares. Las siguientes estrategias ayudan a los jóvenes a darse cuenta de que son dignos y amados, sin importar cuánto cambien, o cuántos errores cometa en el proceso: 

 

  1. Enfóquese en la emoción, no en los logros. En su libro Middle School Matters, Phylis Fagell sugiere que una manera de alejar a su hijo/a de una actitud perfeccionista es enfocarse en cómo una actividad específica lo/a hace sentir, en lugar de lo que obtiene de ella. En lugar de halagar a sus hijos por salir primeros en la carrera de natación, podría decir: “trabajaste tanto para esto, y parece que te has divertido mucho haciéndolo”. En lugar de halagar a su hijo/a por obtener una A en la prueba de matemáticas, diga “lo que más me gusta de esto es que realmente disfrutaste al aprender estos conceptos. Creo que en el futuro serás matemático/a”. En resumen, enfóquese en el proceso, no en el producto. 
  1. Pida a su hijo/a que le enseñe un juego, una habilidad o algo que sepa hacer. Es importante que los niños sepan que en su hogar usted es el experto que tiene el control y que conduce el barco (metafóricamente). Pero también es importante que su hijo/a reconozca que a medida que crece, usted puede aprender de él/ella. Pídale que le enseñe algo que sepa y reafirme lo orgulloso/a que usted está del trabajo que le tomó llegar a ser un experto/a. 
  1. Analice todos los tipos de medios. En The Opposite of Spoiled, Ron Lieber sugiere enseñar a los niños sobre los medios respondiendo a las publicidades. Aunque lo hace en servicio de la lectoescritura financiera, también puede servir para ayudar a los jóvenes a identificar expectativas injustas. Por ejemplo, ¿de qué manera los medios expresan ideas erróneas sobre la feminidad y la masculinidad? ¿Por qué las personas de color están ausentes en ciertos tipos de historias y sí aparecen en otras? Ayudar a su hijo/a a expresar estos mensajes subconscientes no solo fomentará su pensamiento crítico, sino que también le ayudará a reconocer cuándo sus expectativas de sí mismo/a están basadas en sus propios valores y deseos, y no en los que dicta la sociedad. 
  1. Haláguelo/a usando descripciones. En How to Talk So Teens Will Listen and Listen So Teens Will Talk, Adele Faber y Elaine Mazlish dedican un capítulo completo a halagar a los adolescentes. En él, recomiendan priorizar las descripciones detalladas por sobre las generalizaciones. Por ejemplo, en lugar de decir “¡qué gran bailarina eres!” podría decir “me encanta cómo tu cuerpo se ha vuelto mucho más fuerte y flexible. ¡Te has lucido con esos saltos!” Las descripciones se sienten más genuinas, y por lo tanto es más fácil que las personas de todas las edades las acepten y las crean.  
  1. Haga el trabajo que necesita para aceptar a su hijo/a. La generación de jóvenes de hoy tiene acceso a vocabulario y marcos teóricos que muchos de nosotros no teníamos mientras crecíamos. Por ejemplo, hay muchas palabras y muchos tipos de sexualidades más allá de heterosexual y homosexual, y más de dos géneros. Como padres, quizás tengamos negaciones mentales en relación a estas palabras y conceptos, a veces hasta el punto en que ni siquiera creemos lo que dicen nuestros hijos. Es importante recordar que es nuestra responsabilidad ponernos a la altura de nuestros hijos y educarnos en relación a las problemáticas a las que se enfrentan. Lea un libro, visite a un terapeuta, considere a los otros padres sus aliados… en resumen, haga el trabajo que necesita para comprender a su hijo/a y para apoyarlo/a incondicionalmente.