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Three handprints in green, blue, and orange and the words Early ChildhoodEntre la pandemia de COVID-19, los desastres naturales generalizados y la elección presidencial muy controvertida, el último trimestre de este año ha sido uno tumultuoso. Si bien quizá no sean conscientes de lo que está sucediendo exactamente en los Estados Unidos, los niños menores de 5 años están muy en sintonía con los sentimientos de los demás, en particular de los adultos. Sin conocer los detalles, muchos pueden sentir que algo no está del todo bien. Además, la pandemia en sí misma ha resultado en un cambio significativo en la mayoría de las rutinas de los niños, incluyendo tener uno o ambos padres repentinamente trabajando desde la casa, o incluso estar alejados del entorno de cuidado infantil que les era familiar. Todo esto contribuye a las “emociones fuertes” que en los niños pequeños pueden manifestarse de modos desconcertantes o  difíciles. Para los adultos, las emociones fuertes son difíciles de explicar y afrontar; para los niños que no hablan todavía, las emociones fuertes pueden parecer imposibles de manejar.

El primer paso para ayudar a los niños de menos de 5 años a afrontar las emociones fuertes es proporcionarles el lenguaje que necesitan para hablar acerca de lo que están experimentando. Identificar las emociones es algo que usted puede incorporar en su rutina diaria. Las maneras de hacerlo incluyen:

  • Señalar las expresiones faciales de personajes en libros de imágenes y nombrar sus emociones. Por ejemplo, “¡Mira la cara del gato con el sombrero! Parece triste, quizás esté desilusionado”.
  • Etiquetar las expresiones faciales que los niños hacen. Por ejemplo, “puedo ver que estás enojado porque tienes el ceño fruncido”.
  • Hacer caras que son de enojo, de felicidad, de tristeza, de miedo y de sorpresa. Pida a los niños que hagan lo mismo. Por ejemplo, “¡Esta es mi cara de felicidad! ¿Puedes mostrarme tu cara de felicidad?”

Si tiene un período de tiempo más prolongado, la siguiente actividad es una manera más profunda de fomentar la comprensión de sus emociones por parte del niño.

Póster de sentimientos
Materiales:

  • Papel (cartulina o papel blanco en blanco)
  • Cámara del teléfono
  • Marcadores, crayones o lápices de colores
  • Trozos de papel, ojos de plástico, limpiapipas, cualquier cosa con la que pueda hacerse un collage.

 

  1. Pida a su hijo que haga caras expresando emociones diferentes. Pida a los niños muy pequeños (2 a 3 años) que hagan caras de felicidad, tristeza y enojo. pida a los niños más grandes (más de 3 años) que también hagan caras de sorpresa, de miedo, de frustración y desilusión. Tome fotografías de cada una de estas caras con su teléfono.
  2. Muestre a su hijo cada imagen. Pida a los niños más pequeños que hagan un collage con lo que ven. Pida a los niños más grandes que dibujen lo que ven. Mientras crean sus autorretratos, señale la manera en que sus ojos, cejas y bocas cambian con cada emoción.
  3. Cuando haya terminado pida a su hijo que recuerde un momento en el que sintió cada emoción. Por ejemplo, podrían decir: “Me siento feliz cuando como helado”. O, “Me siento triste cuando no puedo ir al patio de juegos”.
  4. Apunte sus respuestas debajo de cada dibujo.
  5. Continúe hasta agotar las fotos o las emociones.

 

Nunca es demasiado temprano para ayudar a los niños a desarrollar las habilidades de afrontamiento que pueden conducir a una resiliencia que dure toda la vida. Esta actividad es una excelente manera para que usted y su hijo pasen un tiempo juntos, y al mismo tiempo desarrollar un lenguaje compartido acerca de las emociones de su hijo. Cuando su hijo pueda comunicar cómo se siente y qué necesita, todos ganan.